“¿Qué dicen tus amigos de vos?” es un disco profundamente conceptual. Como capas que se superponen sobre sí mismas, escondiendo a las anteriores y revelando nuevas dimensiones de sentido, las canciones construyen escenas, personajes y mundos. Estas conexiones se evidencian opacas en una primera escucha, lo que vuelve al mensaje muchísimo más intenso: detrás de lo que creemos entender se ocultan sentidos crípticos pero concretos.
La primera canción da nombre al álbum y plantea un leitmotiv presente a lo largo del disco: la virtualidad de los vínculos y las consecuencias que eso genera en la autopercepción y en el encuentro con los demás. La sincronización de esos encuentros, la ilusión de realidad y la imposibilidad de escapar de uno mismo pueden generar desesperanza o, en el peor de los casos, la ilusión de que el resto de personas tienen los mismos esquemas de pensamiento. La reducción del mundo a la propia medida, un lema ya presente en “Salir en TV” (single lanzado en 2020) se retoma en este track conflictuando aún más el mensaje.
En la realidad exterior existen conflictos fácticos y tremendamente graves, pero este individuo - protagonista e interlocutor de quien narra - no los percibe como importantes y tiene una única cosa en mente: la opinión de sus amigos. La “artrosis digital”, también mencionada en la letra, se revela como una consecuencia inevitable de la elevación del umbral de lo que está permitido decir en las redes sociales. La violencia textual no deja de ser violencia real, y tanto quien la ejerce como quien la recibe ven sus dedos atrofiados y destruidos por los dispositivos digitales y el uso que hacen de ellos.
Canciones como “Glitch” y “Película 3D” retoman estos conceptos de forma sumamente explícita. “Ojos velados de dulce desconexión, logran aislarme otra vez del mundo exterior”, afirma el narrador en “Glitch”. Los conflictos amorosos aparecen por primera vez en este track y se convierten en una constante. Si los vínculos reales están llenos de malentendidos y problemáticas, la virtualidad los complejiza.
En “Película 3D” hay muchísimas imágenes que remiten a los sentidos: “frío verano”, “suspiros mentolados”, “rubor de glitter” y “nuestros dientes van a chocar”. Sin embargo, la persona de carne y hueso que antes existía termina convirtiéndose en una película 3D: extremadamente realista sin dejar de ser ficticia. En “Iconos” hay una operación similar: esas otras subjetividades que existen en planos diferentes al real ejercen presión sobre nosotros. Construir la personalidad a través de desechos, desesperarse por pertenecer a un grupo y escapar de una versión de uno mismo que no es funcional al sistema son los ejes de una canción que al final narra la historia de un castigo: la infuncionalidad produce eliminación.
Estas cuatro primeras canciones proponen un marco conceptual determinado. Leyendo las demás bajo estos mismos límites encontramos numerosas coincidencias. “Mi Día”, único adelanto que hizo la banda del álbum, narra en principio la historia de un desencuentro amoroso, en el que lo único que queda es “amor blindado, frío y manufacturado”: inaccesible y desechable. “Hundimiento de Hawaii” es una balada que propone la otra cara del reducimiento del mundo a la propia medida. Una versión un poco más positiva, en la que el encuentro real con un otro se convierte en una capa de protección para lo que sucede en el mundo exterior. Algo trágico como el hundimiento de Hawaii pierde entonces importancia.
A nivel sonoro esta contraposición de mundo real/virtual también está sumamente presente y es resultado de la música que influencia a Joystick. Se combina el sonido vintage y analógico de bandas como Arctic Monkeys, Alexandra Savior, Cage The Elephant o The Black Keys con detalles digitales, sintetizadores y samples presentes en Radiohead, Kasabian, Sorry o Gorillaz.
El proceso madurativo a nivel compositivo y sonoro es evidente en este tercer disco, un proyecto que soñaban concretar desde que se formó la banda. El conceptualismo y el estilo del mismo remiten a una intencionalidad que sólo puede ser producto de años de experimentación y búsquedas.
FICHA TÉCNICA
“¿Qué dicen tus amigos de vos?” es un disco compuesto por Pano Benincasa, producido por Lautaro Suarez y grabado en Domo Estudio (Rosario).
Pano Benincasa: voz, coros, guitarra (@panobenincasa)
Lautaro Suarez: arreglos, teclados, coros (@indico.in)
Mateo Sincich: bajo (@mateosinicich)
Emiliano Sampaoli: guitarra (@emisampaoli)
Augusto Tassello: batería (@augustotassello)
Drum doctor y grabación: Billie Gómez (@billie_gomez)
Edición: Joaquin de las Navas, Lautaro Suarez
Mix: Franco Mascotti (@francomascotti)
Master: Patricio Sánchez Almeyra (@patriciosanchezalmeyra)
Tapa y dirección de arte: Andry Bett (@andry_bett)
ESCUCHÁ EL ÁLBUM EN PLATAFORMAS DIGITALES
El grupo emprenderá una gira presentación del álbum que comenzará el viernes 14 de julio en La Trastienda, CABA, y los llevará por Rosario, Venado Tuerto, Santa Fe, Quilmes, Córdoba, Mar del Plata y La Plata.
JOYSTICK - TOUR ARGENTINA 2023
14-07 | CABA | LA TRASTIENDA
21-07 | ROSARIO | DISTRITO 7
22-07 | VENADO TUERTO | 1927 MULTIESPACIO
28-07 | SANTA FE | SALA LA MORENO
04-08 | QUILMES | CLUB CULTURAL RE
26-08 | CÓRDOBA | PEZ VOLCÁN
02-09 | MAR DEL PLATA | SAN PUGLIESE
16-09 | LA PLATA | GUAJIRA BAR
Joystick es una banda argentina formada en Chabás (Santa Fe), actualmente radicada en Rosario e integrada por Pano Benincasa, Mateo Sinicich, Augusto Tassello, Emiliano Sampaoli y Lautaro Suárez. Con un sonido tan potente como directo lograron conquistar los principales venues del país y, en un par de años, convertirse en un grupo ineludible si se piensa en la escena rockera actual.
Su primera gran oportunidad llegó en 2015 de la mano de Rock del País, el ciclo televisivo conducido por Bebe Contepomi. A partir de ese momento las puertas no dejaron de abrirse: telonearon a artistas de la talla de U2, Noel Gallagher, Kasabian y Babasónicos, se presentaron en una doble fecha en La Tangente con entradas agotadas y tuvieron gran convocatoria en las ocasiones en las que se subieron a los escenarios de festivales como el Quilmes Rock.
Su recorrido musical se revela sólido y su evolución parece no tener freno. Los dos álbumes que lanzaron hasta el momento - “Mil razones para no dormir” y “Licores Furiosos" - presentan ciertas temáticas que, como puntos de un continuum infinito y doblado sobre sí mismo, se repiten. Un hecho que inevitablemente se debe atribuir a que las búsquedas musicales y líricas de una banda no se agotan en la publicación de un disco, sino que reaparecen todo el tiempo: los conflictos amorosos, el postmodernismo, cierto extrañamiento frente a una otredad opaca pero atractiva y muchísimo fervor juvenil. Sus canciones se caracterizan por presentar varios niveles de significación, necesarios para conectar con las emociones tanto a nivel visceral como intelectual. En la complejidad que presentan las capas se esconde el mensaje que debemos descubrir.
Su nuevo disco retoma estas temáticas pero dándole una vuelta de tuerca, siendo este giro propio del desarrollo madurativo de un proyecto que no deja de moverse, pero que al mismo tiempo mantiene su esencia. El rock, las letras profundas y cierto inconformismo con el estado actual de las cosas no van a faltar.
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